Lobo Viejo III
Había un no-se-que de extraño, de silencioso presagio en la atmósfera; un hálito tenue y espectral envolvía el robledal pasada la primera garganta, y tras las montañas ceñudos y sombríos nubarrones amenazaban romper. « Si se nubla tengo el tiempo justo para llegar con algo de luz » pensó contrariado el muchacho – espoleando al tiempo su […]